Más allá de la tecnología
Algunas personas consideran que estamos viviendo la era tecnológica por el impacto que tienen los nuevos medios, aparatos y estructuras digitales en nuestra cotidianidad.
Nadie escapa a esa emergente oleada que ha transfigurado hábitos y estilos de vida. Hoy los niños nacen prácticamente con un objeto tecnológico en sus manos. Desde bien pequeños adquieren familiaridad con las tabletas o los teléfonos móviles, y se acostumbran a utilizarlos diariamente.
Casi siempre son los mismos adultos quienes promueven el uso de esta tecnología en sus hijos debido a que logra calmarlos, y de ese modo, se mantienen ocupados durante largo rato.
Pero debemos reflexionar en torno a la utilización de estos medios en los primeros años de la infancia, pues en la familia muchas veces no estamos conscientes de los riesgos que se corren; y mucho menos sabemos qué se puede hacer.
Ojo con los niños
Las valoraciones profesionales en torno al uso de la tecnología en la infancia, vistas especialmente desde la Pediatría y la Sicología infantil, han resultado bien variadas, aunque coinciden en varios aspectos.
La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría establecen que los bebés de 0 a 2 años no deben tener ningún tipo de contacto con dispositivos portátiles. Entiéndase como tales teléfonos celulares, tabletas y juegos electrónicos, entre otros aparatos también existentes, pero menos conocidos.
En los niños de 3 a 5 años, el uso de estos dispositivos debe estar limitado a 1 hora como máximo, mientras que para los de 6 a 18 años no se recomienda que se expongan al mundo de las pantallas más de dos horas por día.
Exceder las horas recomendadas puede traer consecuencias nocivas en el desarrollo del infante.
