Trabajadores de los Joven Club de Computación y Electrónica en Bayamo alcanzan la superación en el lenguaje de señas para brindar un mejor servicio a la comunidad. El curso se llevó a cabo en el Palacio de Computación y Electrónica de la provincia Granma, el mismo fue impartido por un profesor de ANSOC, y con la participación de trabajadores seleccionados, los cuales una vez que culminaron son los responsables de transmitir dichos conocimientos.
Una lengua de señas o lengua de signos es una lengua natural de expresión y configuración gesto-espacial y percepción visual (o incluso táctil por ciertas personas con sordoceguera),[1] gracias a la cual, las personas sordas pueden establecer un canal de comunicación con su entorno social, sea este conformado por otras personas sordas o por cualquier persona que conozca la lengua de señas empleada. Mientras que la lengua oral se basa en la comunicación a través de un canal vocal-auditivo, la lengua de señas lo hace por un canal gesto-viso-espacial.[2]
En un importante paso hacia la inclusión y brindar una atención de calidad a todos los sectores de la población, los trabajadores de los Joven Club de Computación y Electrónica en el municipio Bayamo han demostrado su compromiso con la comunidad al capacitarse en el lenguaje de señas. Esta iniciativa busca facilitar la comunicación con las personas con discapacidad auditiva, promoviendo un entorno más accesible y respetuoso.
Durante los últimos meses, los trabajadores de Joven Club han participado en talleres especializados en lenguaje de señas, logrando adquirir habilidades que les permiten interactuar de manera efectiva con usuarios que utilizan este medio de comunicación. La capacitación no solo representa un avance en la formación profesional de los trabajadores, sino que también refleja el compromiso de la institución con la inclusión social y la igualdad de oportunidades.
“Es muy gratificante ver cómo podemos ampliar nuestros servicios y llegar a más personas, especialmente a quienes enfrentan barreras de comunicación. Gracias a esta iniciativa, los Joven Club fortalecen su misión de promover el acceso a la tecnología y la educación para todos, sin excepción.
Este logro es un ejemplo de cómo la superación personal y la capacitación profesional continua pueden transformar la atención al cliente y contribuir a una sociedad más inclusiva.