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Muestrario para una ciudad inteligente

Muestrario para una ciudad inteligente

Muestrario para una ciudad inteligente

Tomado de Granma

Definido dentro de la estrategia de transformación digital del país, el proyecto Centro Histórico: Ciudad Inteligente promueve la utilización eficiente de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) como apoyo a la gestión pública transparente, los servicios a ciudadanos y visitantes, y la difusión, acceso y salvaguarda digital de los valores patrimoniales de la parte más antigua de la ciudad.

Pero llegar a este punto parte de un trabajo previo, incluso, desde los inicios de la creación de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC). Eritk Guerra Figueredo, director de Informática y Comunicaciones de la ohc, expresó a Granma que, desde la creación de esta estructura, en 2005, se trazó una estrategia de informatización a tono con la política nacional y el plan del desarrollo de la ohc.

Más de 15 años después se cuenta con una red de banda ancha que enlaza las principales instituciones y lugares de interés en el territorio, se crearon los mecanismos para lograr una adecuada promoción y difusión de los contenidos de la Oficina en internet, y se desarrolló el sistema de información territorial y la aplicación de las TIC en la museografía.

MUSEOS INTERACTIVOS

Una de las estrategias impulsadas se centraba en cambiar el concepto de «ver sin tocar», y ahora, con las propuestas implementadas,  se quiere acercar a los visitantes más familiarizados con las tecnologías, pero no con el patrimonio, y ampliar así los servicios que se brindan.

«Teníamos la ventaja de que, al desarrollar la infraestructura, los museos estaban conectados entre sí y a una red, por lo que compartir los contenidos de manera digital resultaba sencillo. De esa manera la ohc se convirtió en una gran institución de conocimiento», precisó.

El Palacio del Segundo Cabo fue uno de los proyectos principales con el uso de las tecnologías en los museos y, a partir de ahí, no se concibe ningún proyecto de museografía en el Centro Histórico que no incluya determinado tipo de elementos tecnológicos.

Para el aniversario 500 de la Villa se terminaron las salas del Capitolio Nacional como espacios interactivos, y se siguió trabajando y compartiendo la experiencia en otros como el Centro Fidel Castro, en la capital, y el Museo Ferroviario de Camagüey.

Guerra Figueredo significó que la tecnología no es el fin, «es el medio y la herramienta para que el conocimiento que la persona vaya a adquirir en la visita sea más atractivo y enriquecedor».

RENOVANDO ESTRATEGIAS

Hace algunos años se rediseñó la estrategia de la OHC basada en la experiencia acumulada, lo avanzado y lo nuevo. Es entonces que surge el Centro Histórico: Ciudad Inteligente, un proyecto aún en proceso, pero que se consolida paulatinamente.

El Director de Informática y Comunicaciones de la OHC resaltó que este no puede ser una acumulación de equipamiento tecnológico, considerando que la inteligencia estará en la manera de adoptar y enfocar la estrategia en las condiciones actuales, con la participación de todos los actores del territorio y en sintonía con la estrategia nacional de informatización.

Asimismo, necesita el establecimiento de alianzas con instituciones públicas, universidades y el sector no estatal, manteniendo los principios de sostenibilidad y racionalidad, así como con el ciudadano y el patrimonio como principal eje de atención.

El Centro Histórico hacia un modelo de ciudad inteligente, con énfasis en el fomento de la economía creativa, dijo Guerra Figueredo, es un proyecto de cooperación internacional con un enfoque que representa la voluntad permanente de la ohc de compartir un patrimonio preservado, dinámico y en constante desarrollo.

La estrategia propuesta cuenta con un grupo de pilares de actuación, que abarca desde el mejoramiento de la infraestructura tecnológica, el desarrollo de aplicaciones y servicios digitales, hasta estudios e intervenciones en el entorno urbano y la realización de actividades de formación e innovación, entre otros aspectos.

Para concebirlo, puntualizó el directivo, se necesita continuar desarrollando una infraestructura más orientada al ciudadano y lograr una gestión pública transparente mediante el gobierno electrónico, punto en el cual ya se gestionan facilidades digitales mediante el Centro de Información y Orientación a la comunidad y la Oficina de Facilitación al Pago de la Contribución.

Otra de las líneas importantes es la eficiencia energética y el cuidado del medioambiente, enfocado, en un primer momento, en la iluminación pública inteligente de las plazas y calles del Centro Histórico.

Con ello, señaló Guerra Figueredo, se pretende cubrir todas las plazas, a partir de la disponibilidad financiera con que se cuente, lo que permitirá un ahorro energético, gracias al uso de tecnología eficiente, una mejora en la iluminación y una gestión del monitoreo.

En el tema de medioambiente, en alianzas con varias universidades, se busca cómo usar información en tiempo real mediante el empleo de sensores para el proceso de planificación urbana, centrado en los niveles de ruido, contaminación del aire o incidencia de la luz solar.

Asimismo, dentro de este gran proyecto, el objetivo es consolidar el Centro Histórico como destino turístico inteligente, o sea, cómo hacemos que al atractivo que La Habana Vieja representa para el visitante se le dé un valor agregado, a través de las tecnologías como, por ejemplo, un guiado inteligente para los turistas, con el empleo de determinados elementos ubicados en las calles.

Sobre esta base, la OHC promueve ampliar los procesos de comercio electrónico y gestión de sus servicios y los de sus instituciones.

El proyecto, igualmente, se enfoca en la transferencia e intercambio de conocimientos y buenas prácticas a nivel internacional, que permita a las autoridades locales mejorar sus capacidades e implementar un modelo piloto de ciudad inteligente propio, con enfoque en las industrias culturales y creativas.

A partir de esquemas de un desarrollo estratégico, integrado y sostenible, el Centro Histórico de La Habana puede llegar a ser más innovador, competitivo, atractivo y resiliente, respondiendo de forma creativa a los retos y circunstancias particulares que enfrenta este contexto urbano y quienes lo habitan.

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