Vertientes, Camagüey, 5 de marzo – El Joven Club Vertientes III se ha convertido en un faro de esperanza e inclusión digital al recibir a un niño con Síndrome de Lennox-Gastaut, una variante de epilepsia de difícil manejo que se caracteriza por convulsiones frecuentes, discapacidad intelectual y problemas conductuales. La iniciativa, coordinada con la maestra del niño especializado en la atención de menores con necesidades especiales, busca potenciar sus habilidades informáticas a través del uso de la computadora, aprovechando su evidente atracción por la tecnología.
La llegada del niño al Joven Club representa una oportunidad única para explorar nuevas vías de aprendizaje y desarrollo, tal como expresó la maestra del menor: “Este niño se siente particularmente atraído por los ordenadores. Vimos en el Joven Club un espacio ideal para canalizar esa inclinación y estimular su desarrollo cognitivo a través de herramientas que le resultan motivadoras.”
El Síndrome de Lennox-Gastaut, conocido por su complejidad y los desafíos que presenta en el desarrollo infantil, requiere un enfoque personalizado y adaptado a las necesidades específicas de cada niño. En Vertientes III, consciente de esta realidad, ha puesto a disposición sus recursos y la experiencia de sus instructores para crear un ambiente de aprendizaje seguro, estimulante e inclusivo.
El niño ha demostrado una notable capacidad de concentración y un interés genuino por las actividades propuestas. A través de la visualización de audiovisuales interactivos, ha desarrollado sus habilidades de narración, demostrando una sorprendente capacidad para comprender y relatar historias. Su manejo del mouse y el teclado ha superado las expectativas, evidenciando un potencial que, hasta ahora, no había tenido la oportunidad de explorar plenamente.
El Joven Club Vertientes III se siente honrado de poder contribuir, aunque sea en una pequeña medida, al desarrollo de las capacidades de este niño. La experiencia ha reafirmado el compromiso de la institución con la inclusión digital y la creación de oportunidades para todos los miembros de la comunidad, independientemente de sus necesidades especiales.
Esta iniciativa del Joven Club Vertientes III es un ejemplo inspirador de cómo la tecnología puede ser un instrumento de inclusión y un motor para el desarrollo de las capacidades de los niños con necesidades especiales, reafirmando el compromiso de Cuba con una sociedad más justa e igualitaria.