En un país donde la inclusión social y el acceso a la tecnología son pilares del desarrollo comunitario, los Joven Club de Computación y Electrónica con ayuda de la Inteligencia Artificial (IA) y utilizando la sensibilidad humana para mejorar la vida de niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
En el municipio Baraguá, el compromiso con la inclusión y el amor se hace sentir más fuerte que nunca. En el marco del 38 aniversario de los Joven Club, se ha destacado el trabajo dedicado con niñas autistas, promoviendo espacios de aprendizaje, creatividad y conexión emocional donde puedan aprender, expresarse y conectar con el mundo digital de forma adaptada a sus necesidades.
Se han implementado talleres interactivos donde las niñas pueden además explorar el mundo digital a través de juegos educativos, arte computacional y actividades sensoriales. Estas iniciativas no solo fortalecen sus habilidades cognitivas, sino que también fomentan la socialización y el desarrollo personal.
Para el trabajo con las niñas se ha creado un ambiente seguro y estimulante que estimula el pensamiento lógico y la creatividad, sino que también fortalecen la comunicación, la autoestima y el sentido de pertenencia. La IA se convierte aquí en una herramienta de acompañamiento emocional, capaz de adaptarse a los ritmos individuales de aprendizaje y facilitar la interacción social en un entorno libre de juicios.
Los Joven Club, con más de tres décadas de experiencia en la informatización del país, demuestran que cuando la innovación se pone al servicio del corazón, el impacto es profundo, duradero y verdaderamente humano.
Desde Ciego de Ávila se hace extensiba las ¡Felicidades a los Joven Club por 38 años de servicio y por seguir siendo motores de transformación social en Cuba! Que este aniversario sea también un canto a la diversidad, la esperanza y el futuro.